Empleados Judiciales Piden Replantear el Sistema tras AC: Un Llamado a la Reflexión
La reciente crisis del Consejo de la Magistratura (AC) ha desatado un debate sobre la justicia en Argentina. Mientras políticos y juristas discuten la reforma judicial, un sector clave que rara vez se escucha, los empleados judiciales, alza la voz. No solo son testigos directos de la crisis, sino que también sufren sus consecuencias en primera línea.
¿Qué piden los empleados judiciales? Un replanteamiento profundo del sistema que garantice la independencia judicial, la eficiencia y la transparencia. La falta de recursos, la burocracia y la falta de personal, son algunos de los problemas que acarrean el día a día. La falta de salarios dignos y la falta de seguridad en los juzgados, son otros de los reclamos que resonan con fuerza.
¿Qué se debe hacer? Se necesita un diálogo abierto entre todos los actores del sistema judicial, incluyendo a los empleados. La reforma judicial no debe ser una imposición desde arriba, sino un proceso de construcción conjunta. Se necesita escuchar las voces de quienes trabajan en las oficinas, las salas y los juzgados, quienes son los que verdaderamente conocen las falencias del sistema.
Ejemplo: Un empleado judicial que lleva 20 años trabajando en un juzgado, describe con frustración la falta de recursos para la administración de justicia. "No tenemos computadoras nuevas, no tenemos suficiente personal para atender la demanda y la burocracia es terrible. Los jueces, a pesar de su buena voluntad, no pueden hacer milagros. Necesitamos que se escuche nuestra voz para que la justicia sea realmente efectiva y accesible para todos."
La crisis del AC no debe ser solo una oportunidad para discutir la composición del Consejo, sino un punto de partida para un cambio integral del sistema judicial. Los empleados judiciales, quienes son parte fundamental de la engranaje judicial, deben ser partícipes de este proceso. Un sistema judicial más justo, transparente y eficiente, depende de la colaboración de todos y de escuchar las voces de quienes trabajan a diario en la búsqueda de la justicia.
