Hortensia: Una Borrasca Que No Se Olvida
¿Te acuerdas de Hortensia? Esa borrasca que nos azotó en el 2023 y nos dejó a todos con la boca abierta, o mejor dicho, con el corazón en la garganta. No fue una borrasca cualquiera, fue una que nos enseñó a todos una lección, una que nos hizo valorar la fragilidad de nuestras vidas y la fuerza de la naturaleza.
Las imágenes de las calles inundadas, los árboles arrancados de raíz, las casas destrozadas... aún nos siguen persiguiendo. La furia de Hortensia nos dejó marcados, como una cicatriz en el alma.
¿Qué nos dejó Hortensia?
Más que daños materiales, Hortensia nos dejó un aprendizaje. Nos enseñó a estar preparados, a no subestimar el poder de la naturaleza y a valorar la solidaridad.
Nos recordó que la vida es frágil y que hay que vivirla con intensidad, aprovechando cada momento. Que no hay que dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, porque mañana puede ser demasiado tarde.
Hortensia: Una lección para todos
La borrasca Hortensia no fue una tragedia, fue un recordatorio. Nos enseñó que somos seres vulnerables, que la vida es un regalo que hay que cuidar y que la unión y la solidaridad son nuestras armas más poderosas.
Hortensia nos dejó con una sensación agridulce: el dolor de las pérdidas, la incertidumbre del futuro y la esperanza de un mañana mejor. Un mañana donde la prevención y la solidaridad nos permitan enfrentar los desafíos de la naturaleza con mayor seguridad y resiliencia.
Recuerda: la naturaleza tiene su propio ritmo y sus propios planes. Debemos aprender a respetarla y adaptarnos a ella. Hortensia nos dejó una lección que no debemos olvidar.
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