Saramago: Su esposa supo antes del Nobel
José Saramago, el gran escritor portugués, recibió el Premio Nobel de Literatura en 1998. Sin embargo, la historia del Nobel de Saramago no es solo una historia de reconocimiento a su obra, sino también una historia de amor y complicidad.
Su esposa, Pilar del Río, era la persona que más cerca estaba de él, tanto en lo personal como en lo profesional. De hecho, Pilar supo antes que nadie que Saramago iba a ganar el Nobel.
¿Cómo lo supo?
Un día, en una cena con amigos, Pilar notó un cambio en el comportamiento de Saramago. Él, normalmente tan reservado, estaba inusualmente eufórico. Pilar, sin dudarlo, le preguntó qué ocurría. Saramago, con una sonrisa pícara, le reveló que había recibido una llamada de la Academia Sueca.
"Me han dicho que me van a dar el Nobel", le confesó Saramago.
La noticia llegó a Pilar como una bomba. La emoción y la alegría se apoderaron de ella. Pero también el miedo, pues Saramago, por su carácter, nunca había querido que la fama lo contaminara.
"No te preocupes, Pilar", le dijo Saramago, "no cambiará nada entre nosotros".
Y no cambió. A pesar de la fama, Saramago siguió siendo el mismo, un hombre sencillo, pasional, y dedicado a su obra. Su relación con Pilar se mantuvo fuerte e inquebrantable.
La complicidad entre Saramago y Pilar era total. Ella era su confidente, su asesora y su compañera de vida. En 1988, se casaron, tras años de amor y trabajo en común.
Pilar del Río es, sin duda, un personaje fundamental en la historia de Saramago. Ella no solo fue su esposa, sino su musA y su apoyo incondicional.
La historia del Nobel de Saramago es, por lo tanto, también una historia de amor y complicidad. Una historia que nos recuerda la importancia de tener a alguien especial que nos apoye en los momentos importantes de nuestra vida.
