Sorpresa debajo de la bañera: No era jabón
¿Te ha pasado alguna vez que, mientras limpiabas tu baño, descubriste algo inesperado debajo de la bañera? ¡A mí sí! Era un día normal de limpieza, y mientras me agachaba para limpiar debajo de la bañera, noté algo duro y extraño. No era jabón, ¡era una pequeña caja de metal!
La curiosidad me ganó, y con cuidado la destapé. Dentro, encontré una pequeña colección de fotos antiguas, cartas escritas a mano y un brazalete de plata. Un escalofrío me recorrió la espalda. ¿De quién serían estas cosas? ¿Cómo llegaron hasta ahí?
El baño, que hasta ese momento era un espacio funcional, se convirtió en un portal al pasado. Imaginé a la persona que había dejado estas reliquias, guardándolas con cariño y esperanza. ¿Habría querido que las encontrara? ¿O eran recuerdos dolorosos que prefería olvidar?
La sorpresa debajo de la bañera me llenó de emociones contradictorias: misterio, fascinación, nostalgia y un poco de tristeza. De pronto, el baño dejó de ser un lugar anónimo y se transformó en un espacio con historia.
En ese momento, comprendí que cada objeto tiene una historia que contar. Las cosas que encontramos en lugares inesperados pueden ser pequeñas cápsulas del tiempo, que nos conectan con el pasado y nos ayudan a entender el presente.
¿Y tú? ¿Has encontrado alguna sorpresa debajo de la bañera? ¿Qué te pareció?
